Todo empezó así

Mi vida estaba bien, como siempre, con algunos dolorcitos pero nada fuera de lo normal. Hasta que empezaron los desmayos y mareos seguidos. Y fue ahí donde cambió todo, o bueno, donde empezó.

Me hice mucho análisis antes de que me digan lo que tenía adentro de mi cuerpo. Luego de tanto, en una tomografía salió que había una 'masa' entre mi pulmón izquierdo y mi corazón. No me quisieron decir más, sólo me dijeron que vaya lo más rápido posible al INEN (Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas) para que vean mi caso y puedan tratarme. Hasta ese momento, no sabía exactamente la gravedad de lo que tenía, pero ya me imaginaba lo peor, como siempre.

AGOSTO/2018

• Jueves 09: fui con Pedro y mi papá a sacar mi historia clínica al INEN, al terminar todo el trámite, cerca de las 7:30 am, ya planeábamos irnos a casa, pero nos encontramos con una tía y nos pusimos a conversar sobre todo mi caso. Luego, recuerdo que me desmayé y estaban metiéndome a Emergencias en silla de ruedas. Ese mismo día, me sacaron tomografía con contraste a todo el cuerpo. En la noche me sacaron una biopsia (en el pecho). Esa noche la pasé en una silla de ruedas. Durante todo ese día llegaron muchos familiares a verme. Recuerdo que estaba muy tranquila.
• Viernes 10: Estuve esperando mis resultados, casi todo el día, sentada. Y habían salido mal porque agarraron una muestra que no servía. Antes de dormir, me pasaron a una cama en Emergencias, pude dormir algo cómoda.
• Sábado 11: Me hicieron la segunda biopsia, la cual si estuvo bien la muestra. Tipo 2 pm, me pasaron a piso (cama 540).
• Domingo 12: Recibí muchas visitas, pero aún no estaba el resultado de mi biopsia.
• Lunes 13: Me dan resultados por la noche. Era un Linfoma mediastinal de alto grado. Pero faltaba saber bien que tipo era.
• Martes 14: Llegó el Área de Medicina y me explican que es un Linfoma No Hodgkin de alto grado (crece rápido) y me dicen que sólo se trata con quimioterapias y radioterapias. Así que a las 8pm me pasan a la cama 604. Luego me sacan una tomografía al cuello.

Recibiría quimioterapias, las cuales debían si o si internarme durante 7 días como mínimo. Eran 6 ciclos, cada ciclo constaba de estar cinco días conectada a la quimioterapia, para eso debían ponerme un catéter femoral, ya que el líquido era muy fuerte para poder recibirlo por alguna vena de los brazos o pies.
Hasta ahí sólo sabía lo que iba a venir, pero aún no lo vivía. Poco a poco mi cerebro trabajaba en que se me venían meses muy duros, en los cuales iba a tener que ser más fuerte aún para poder superarlo. Esos días solo quería llorar, extrañaba mucho a Salvador, nunca nos habíamos separado y ya eran muchos días sin verlo, no podía ni escuchar su voz porque me quebraba y era lo que menos necesitaba, tenía que estar más fuerte que nunca para lo que estaba por venir.